¿Qué son las pantallas estancas?

Las pantallas estancas son dispositivos diseñados para funcionar en entornos donde la exposición al agua, polvo o suciedad puede ser un problema. Estas pantallas están selladas de tal manera que impiden la entrada de elementos externos, lo que las hace ideales para su uso en condiciones adversas, como en fábricas, exteriores o incluso en entornos marinos.

Una de las características más destacadas de las pantallas estancas es su clasificación IP (Infress Protection), que indica el nivel de protección que ofrecen contra la entrada de sólidos y líquidos. Por ejemplo, una pantalla con clasificación IP65 es completamente protegida contra el polvo y puede resistir chorros de agua, mientras que una con clasificación IP68 puede sumergirse en agua a profundidades específicas durante un tiempo determinado.

Además de su resistencia, estas pantallas suelen estar construidas con materiales robustos, como vidrio templado o plásticos de alta durabilidad, que no solo protegen los componentes internos, sino que también garantizan una buena visibilidad y legibilidad en diversas condiciones de luz. Muchas pantallas estancas también cuentan con tecnología táctil, lo que permite su uso en aplicaciones interactivas, incluso con guantes. 

En términos de aplicaciones, las pantallas estancas son muy versátiles. Se utilizan en quioscos de información, sistemas de control industrial, señalización digital en exteriores, y en cualquier lugar donde se requiera una interfaz de usuario resistente y confiable. Su diseño también puede incluir características adicionales, como la calefacción para evitar la condensación o sistemas de ventilación para mantener la temperatura interna adecuada.

Las pantalla estancas son la solución excelente para quienes necesitan dispositivos que puedan soportar condiciones difíciles sin comprometer el rendimiento.